viernes, 4 de junio de 2010

ROBERTO ANTONIO: “EL AYAYERO”

Palabras cargadas de cariño, una sonrisa que dibuja su rostro a cada instante y con una amabilidad particular, son las tres grandes características que pueden visualizarse de este maracucho, Roberto Antonio. (Ring - Ring), sonaba el teléfono a cada instante, con muchos negocios por atender, “dame un segundo hermanito”, era la frase que repetía constantemente.

Al momento de recordar su infancia, Roberto Antonio, hace hincapié en los momentos vividos con su familia, como reuniones en casa de su papá, y los domingos eran dedicados a su abuela, donde se agrupaba toda la familia, preparando una rica y típica comida maracucha, finalizando la jornada con un concierto musical entre todos.

Luego de esta rutina, “el Rey del Merengue”, continuó ejerciendo la música de manera profesional. En un abrir y cerrar de ojos, marca una pauta en el mercado nacional e internacional al incursionar con un nuevo género musical, el Tecnomerengue.

“Ser cantante es un regalo de Dios, que a través de mi voz puedo hacer que mucha gente se relaje, se divierta, que pasen momentos increíbles. La gente me dice que se han casado con mis canciones, y muchos recuerdan a sus novias”, expresa el cantante acerca de su profesión.

Roberto se consolida

Quienes lo conocen afirman que Roberto Antonio Rosales, es un hombre talentoso y perfeccionista consigo mismo. “Es un trabajador incansable” testifica su esposa Norma Sampere, añadiendo que “Roberto es una persona muy humilde y un excelente padre”.

Hoy día, se desempeña como empresario, no ha dejado la música. Actualmente está incursionando en el mundo radial. Este maracucho que nace un 30 de marzo de 1963, alega ser totalmente familiar porque para él “la familia es lo más importante en un ser humano”, entre sus gustos comenta que extrañamente su comida favorita no son los patacones sino el pescado.

A mediados del año 2010, celebrará sus 25 años de trayectoria artística, con el lanzamiento de su nuevo disco, que contendrá algunos de sus éxitos pasados y temas nuevos, que fusionan el Merengue con ritmos más modernos, lo que denomina como el “Merenguetón”.

¿A quién le canta Roberto Antonio?

-Al amor, soy un eterno enamorado, pienso que el amor es el sentimiento más importante que puede tener una persona.

Después de pasar repetidas veces las manos por su cabello, Roberto extiende cada una de sus respuestas y comenta con la mirada perdida en el recuerdo que desde que tiene uso de razón lo único que ha hecho es cantar.

El “ayayero”

Adentrando en su vida personal, “el ayayero” como muchos lo apodan, muestra su lado más triste, el hecho de haber perdido a su padre. “Mi tío es muy sentimental, cada vez que recuerda la muerte de su padre se pone a llorar” dice su sobrino William Rosales, quien convive con él y es considerado un hijo más del cantante.

A pesar de lo antes expuesto, a la hora de conversar sobre sus momentos más dichosos dice sin pensar “el nacimiento de mis hijos, por ellos doy todo, son mi fuerza y mi sustento, los amo con todo mi corazón”.

Roberto Antonio, dice ser creyente de Dios a plenitud. Al momento de salir al escenario, su ritual previo es descansar en lo posible, hablar poco, y finalmente rezarle a Dios para que todo el espectáculo salga bien.

Su mensaje final

Roberto Antonio, tiene un menú de metas por cumplir, pero alega que su meta más cercana es “ser totalmente feliz”. Entre la diversidad de artistas con las que ha compartido en tarima, revela que con todos ha sido una experiencia enriquecedora y llena de aprendizaje “soy como una esponja que absorbe de cada uno algo positivo” puntualiza.

Uno de sus momentos más difíciles fue el de abandonar su carrera de medicina, por irse a la ciudad capital en busca de nuevas metas, para el sostén de su familia que atravesaba una situación embarazosa.

¿De dónde nace el lema “ayayaiii”?

-Bueno, fue algo que nace de mi propia inspiración, un día estaba montado en el escenario y me salió de la nada, nunca supuse que se volvería tan famosa esa frase, me gusto y la implementé en cada una de mis presentaciones, ha sido una sensación. (Risas)

Luego de una hora de conversación aproximadamente, bastó para corroborar todo ese carisma y humildad con el que tanto lo definen, ofreciendo amabilidad para que quien esté frente a su rostro se sienta a gusto, así es él, Roberto Antonio, “ayayaiii”.



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